En primer lugar reflexionar sobre como debemos ampliar
nuestro concepto de espacios de aprendizaje, es decir, no sólo utilizar el aula como
espacio de aprendizaje y convivencia sino todos los momentos del centro como el
recreo, los cambios de clase, el comedor
y las diferentes áreas para favorecer relaciones positivas y momentos de
crecimiento personal. En este mismo
sentido también extender a las familias
nuestras finalidades educativas en las que sé de relevancia al establecimiento
de relaciones respetuosas y la solución
de conflictos de forma asertiva. Aunque el
aula y las metodologías empleadas en ella son fundamentales, la mejora de la
convivencia no puede restringirse a ésta, y no puede implicar únicamente a un
profesor sino a toda una comunidad
educativa.
Respecto a las dos de las metodologías que se presentan en esté modulo ( Aprendizaje
basado en proyectos y aprendizaje cooperativo) creo que favorecen la
convivencia en tanto en cuanto desarrollan habilidades de cooperación, mejoran
la motivación e implicación del alumno en el aprendizaje, se ajustan a
diferentes niveles y formas de aprender por lo que discriminan menos al “diferente”,
facilitan la comunicación oral, ayudan a desarrollar la empatía etc. Así mismo tanto en estas medidas de
organización del aprendizaje como la flipped classroom el
protagonista del aprendizaje es el alumno lo que permite alumnos más
comprometidos y ayuda al profesor a poder centrarse en otros aspectos del
aprendizaje que implican una mejora de la convivencia.
Además de estas metodologías hay otras
medidas más concretas que favorecen la convivencia como dejar espacios al
diálogo en el aula y en el centro (zonas de resolución de conflictos), o programas
de patios orientados a la integración de los alumnos con necesidades educativas
especiales, planes de acogida de nuevos alumnos, etc.
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